Recibir es el resultado natural del DAR.
Quiero
iniciar este viaje definiendo la palabra DAR, aunque solo
son 3 letras que estructuran una pequeña palabra, detrás de ella hay un
universo de posibilidades que nos permiten tener una vida más, A fin de cuentas, ¿eso no es lo que buscamos?
Y es que buscamos cada día, con afán o con pasividad, esa vida que nos permita sentirnos
plenos. A partir de esta premisa encontramos un sin fin de caminos que nos
prometen ese objetivo que buscamos. Pero en realidad la respuesta siempre ha
estado dentro de nosotros, ya que la búsqueda de un estado placentero está determinada
por nuestra decisión de vivirlo independiente de las circunstancias.
En el momento en que nos apropiamos de la
idea de que está en nuestras manos, que es nuestra decisión, tenemos la posibilidad
de definir cómo queremos desarrollar esa vida que buscamos, y es que cuando
hablamos de una vida plena nos referimos seguramente a todas las facetas de
nuestra vida.
Y continuamos en este viaje describiendo otra palabra que inicia este proceso del DAR, y es que, si queremos dar algo, eso que entreguemos debe tener VALOR y cuando hablamos de valor, muchas veces lo confundimos con dinero, pero el valor está definido: "como la cualidad o conjunto de cualidades por las que una persona o cosa es apreciada o bien considerada"(1).
El don del DAR debemos construirlo, y el camino inicial es revisar nuestro interior y decidir ser Persona, y
esto significa cultivar cualidades que nos ayuden a impactar de manera positiva
a aquellas personas con las cuales nos relacionamos, con algo tan simple como
un saludo.
Teniendo en cuenta esto,
descubrimos que compartir nuestras experiencias es el inicio del extraordinario
camino del DAR. Y este deseo de compartir debe ser
genuino, algo que nazca de nuestro interior y que nos lleve a compartir todo
aquello que sabemos que será de beneficio para las personas que lo
reciben.
Por lo general desde nuestro pensamiento
racional nos enfocamos en lo negativo de las personas, pero cuando nos damos
la oportunidad de ver lo mejor de una persona, nos sorprendemos de las cosas extraordinarias que descubrimos.
Y es que cuando nos enfocamos en lo positivo de
las personas, nos damos cuenta de que, en cualquier momento de nuestro día,
podemos aplicar el don del DAR, porque podemos dar cualquier
cosa, nuestra amabilidad es una de ellas, nunca es malo ser amable con las
personas, en realidad lo que logramos es impactar de manera positiva a aquellas
personas con las que somos amables.
Iniciamos entregando valor a las personas, Burg, B. - Mann J.D. Dar para Recibir (2007), definen la ley del valor así: "por cuanto mayor es el valor que ofreces respecto al beneficio que obtienes"(2), por consiguiente, estamos entregando no sólo valor sino una enseñanza de vida a aquellas personas con las que realizamos este proceso.
Y cuando hablamos de DAR, ineludiblemente tenemos que hablar de SERVICIO, y es que cuando servimos a las personas entramos en un mundo en el cual se generan cosas extraordinarias. Martin Luther King Jr. decía: "Todo el mundo puede ser grande, porque todos podemos servir". Y en este punto nos damos cuenta de que todo depende de nosotros, que no dependemos de factores externos, sino que todo está dentro de nosotros.
Cuando tomamos la decisión de DAR,
debemos estar dispuestos a RECIBIR, porque recibir es el resultado del DAR,
no debemos detener los beneficios, que son la consecuencia de nuestros actos.
Ya que el acto de DAR solo es posible porque también es
el de recibir.
Porque si en algún momento no estamos
dispuestos a recibir, estamos deteniendo el deseo de entregar que tiene una
persona, y estaríamos con esto, interrumpiendo el flujo natural del DAR.
Burg, B. - Mann J.D. Dar para Recibir (2007), define que: "El secreto para dar consiste en abrirse a recibir de manera genuina"(3).
Por esta razón debemos hacer una
introspección y definir si hemos cultivado el don del DAR, sino es así
contamos con la extraordinaria posibilidad de intentarlo cada día, lo más
interesante de la vida es que todos los días tenemos la oportunidad de comenzar
de cero, y encaminarnos a lograr nuestros objetivos.
Y, por último, solo es DAR, DAR, DAR. ¡Porque te hace feliz! y como la felicidad es una decisión, el DAR también lo es.

Excelente reflexión. Es gratificante el solo hecho de impactar a otro con un gesto de bondad. Gracias por compartirlo.
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