Tercera virtud estoica - Ser justo en un mundo injusto - De la bondad a la grandeza
SERIE LAS 4 VIRTUDES ESTOICAS
TERCERA VIRTUD ESTOICA - LA JUSTICIA
SER JUSTO EN UN MUNDO INJUSTO - DE LA BONDAD A LA GRANDEZA
La justicia, ese máximo esplendor de la virtud por la cual las personas se ganan el calificativo de buenas.
Nada está bien sino hacemos lo que está bien.
La justicia significa mucho más que lo que pasa en los juzgados. Es el nombre antiguo para referirse a todo aquello que ahora denominaríamos "imparcialidad". Incluye la honestidad, la flexibilidad, la sinceridad, el cumplimiento de las promesas y toda esa parte de la vida.
Definimos el coraje como la disposición a jugarse el pellejo y la autodisciplina como la capacidad de mantener el control.
Podemos definir la justicia como el establecimiento de unas normas clarísimas, o el mantenimiento de unos límites. Es decir, el límite entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, lo ético y lo poco ético, lo justo y lo injusto.
No hagas a tu prójimo lo que no quieres que te hagan a ti. Todo lo demás es comentario.
Preocúpate por los demás.
Trátalos como deseas que te traten.
Una persona debe comportarse como si cargase con el destino del mundo sobre los hombros-Confucio.
La importancia de tener un sentido del bien y el mal, un sentido del deber y el honor que guiase a una persona en los innumerables dilemas y decisiones en los que se vería envuelta.
La justicia no debería ser un nombre, sino un verbo.
Algo que hacemos, no algo que conseguimos.
Una forma de excelencia humana.
Una declaración de intenciones.
Una serie de actos.
PRIMERA PARTE - EL YO (PERSONAL)
Estar ante reyes
La virtud de un hombre no se mide por sus esfuerzos excepcionales, sino por su conducta cotidiana.
La búsqueda de la justicia no empieza en lugares remotos. Empieza en casa. Empieza por ti. Empieza por la decisión sobre quien vas a ser.
Marco Aurelio escribió en sus "Meditaciones" que las cuatro mayores virtudes son la moderación, la sabiduría, la justicia y la fortaleza. Y si un hombre consigue cultivarlas, no necesita más para llevar una vida feliz y llena de éxitos.
Si no es decoroso, no lo hagas. Sino es verdad, no lo digas.
O eres la clase de persona que establece límites éticos o no lo eres. O respetas el código o no lo respetas.
debemos comprender que la justicia no es una cosa que se pueda exigimos a otras personas, sino algo que nos exigimos a nosotros mismos.
No es algo de lo que hablamos, es una forma de vida.
Cumple tu palabra
Sí, es cierto, cumplir tu palabra puede salirte caro. Te veras obligado a hacer algo que preferirías evitar. Tendrás que dejar pasar la oportunidad que te surgió después de haber accedido a hacer otra cosa. Al ceñirte a lo que acordaste, acabas con algo peor que el precio de mercado.
Pero faltar a tu palabra también tiene su coste. Y normalmente tu reputación no es la única en juego. Cada vez que cumplimos nuestra palabra, hacemos un depósito, añadimos un ramal a la cuerda que mantiene el mundo unido.
Mantenemos nuestra palabra con nosotros mismos, eso es disciplina. Mantenemos nuestra palabra con los demás porque es de justicia.
Cuando decimos que una persona es de palabra, nos referimos a que aporta una garantía. Como si hiciese un depósito. Como si firmase un contrato.
Con un apretón de manos debería bastar. Con tu palabra debería bastar.
Te comprometiste, cuentan contigo, hazlo. Aunque no parezca importante. Aunque vaya a ser difícil o doloroso.
Di la verdad
Di la verdad tal y como la vez, pero con amabilidad, con modestia y sin hipocresía. La verdad hace suficiente daño por si sola. No es necesario que interés ser ofensivo.
Asume la responsabilidad
No rehuir jamás a una responsabilidad. Se trata de la primera decisión que uno toma en una vida centrada en la justicia.
Antes de poder asumir la responsabilidad de la vida de otra persona, debemos empezar por la decisión de asumir la responsabilidad de la nuestra.
Se tu propio arbitro
Está lo que te consienten y luego está el nivel que tú te exiges.
La justicia que depende de nosotros, que nosotros mismos hacemos cumplir en nuestra persona. esa es la que de verdad importa.
Bueno, no grande
La gloria y el éxito son mucho menos importantes que la forja del carácter y una buena vida personal.
El fin primordial debe ser hacer el bien, ser bueno, ser justo, ser amable, ser honrado, ser de fiar.
Todos tenemos que decidir ahora mismo a qué queremos dedicar nuestros esfuerzos, con qué fin queremos trabajar. Porque lo que una persona, se controla.
La virtud tiene que ser nuestra brújula, el bien tiene que ser nuestra meta.
Centrándose en el interior, se deja huella en el exterior.
SER BUENO Y BUENO EN LO QUE HACES, Eso es más que raro. Te convierte en un unicornio.
Sé un libro abierto
El hecho de que nos indignemos tanto cuando alguien no es transparente con nosotros, debería bastar para exigirnos ser más transparentes de lo que nos gustaría.
Siempre que tengas que hacer algo, aunque solo puedas saberlo tú mismo, pregúntate cómo actuarías si todo el mundo te observara y actúa en consecuencia.
Vivamos de una forma que nos haga sentir orgullosos comportémonos de día de una forma que nos permita dormir de noche.
Sé decente
Parte esencial de la justicia consiste en entender que las demás personas son individuos soberanos con dignidad y valores, y que por eso mismo debemos tratarlas bien. El respeto equivale a justicia. Es algo que todas las personas merecen.
Tanto si son importantes como si no, la forma en que las tratamos dice mucho de quienes somos.
Cuando tratas a todo el mundo con respeto e interés, como si pudiese hacer algo por ti, te sorprenderá descubrir que efectivamente puede hacerlo.
Que estabas cansado no es disculpa. Que no te trataron bien, tampoco. Ni el hecho de que estes muy estresados.
Hagamos lo que esté en nuestras manos. Seamos una lucecita en un mundo a oscuras.
Cumple con tu trabajo
Cumplimos con nuestro trabajo independientemente de si se reconoce o aprecia porque al aceptarlo prestamos una suerte de juramento. Firmamos un contrato.
No te ensucies las manos
Que el resto de la gente haga las cosas de una forma determinada no significa que sea la correcta. Que sea la manera en que siempre se han hecho no significa que debamos aceptarla.
Nadie dice que tengas que ser un santo. Solo procura no ser un vendido.
Tienes que conocer tus debilidades y tomar decisiones para poder ser fuerte.
Pocos pueden negociar con basura sin ensuciarse. Muy pocos pueden llegar a un arreglo sin quedar comprometidos.
La integridad lo es todo
Integridad es una de esas palabras que muchas personas guardan en un cajón con la etiqueta "Muy difícil".
La integridad es vivir de acuerdo con lo que consideras que es correcto. No lo puedes hacer con impunidad, ni lo que los demás hacen.
La integridad puede quedar a veces relegada al cajón con la etiqueta "muy difícil", pero la vida es mucho más dura y mucho más triste sin ella.
Desarrollo tu potencial
Que hacemos con los talentos que se nos han concedido, qué hacemos con nuestra vida y con las oportunidades que se nos presentan. Algunos crecen. Otros se esconden. Otros alcanzan su potencial. Otros, no.
Mucho se espera, de aquel a quien mucho se le ha dado.
Da lo mejor de ti. Conviértete en lo que puedes ser. Se lo debes al mundo.
El objetivo de la vida es el propio desarrollo. Alcanzar la plenitud de la manera más perfecta posible, para eso estamos todos aquí.
Sé leal
La lealtad es algo que entregamos. No es algo que esperamos. Ni es algo que debamos esperar que se comprenda siempre. Lo hacemos porque es lo correcto.
Elige una estrella polar
La disciplina puede resultar restrictiva, como si le dijese a uno qué no puede hacer. La justicia es otra cosa. Se trata de un ideal al que aspirar, algo más elevado que tener como objetivo. Eso es una estrella polar. Algo a lo que apuntar. Algo más allá del horizonte que nos obliga a mirar hacia arriba y no hacia abajo.
Sé justo, ahora
El momento adecuado para hacer lo correcto es "siempre ahora".
La disciplina es muchas veces una batalla contra la procrastinación.
SEGUNDA PARTE - EL NOSOTROS (SOCIOPOLITICO)
La justicia es la virtud que nos hace útiles para nosotros mismos y para los demás.
No se trata de ti. Nunca se ha tratado de ti. La disciplina es una virtud que se centra en el nosotros.
Solo tienes que ser amable
Por lo que más quieras, tienes que ser amable.
Amable con los extraños.
Amable con las personas con las que trabajas o que trabajan para ti.
Amable con alguien que solo ha cometido un error.
Amable tanto con los clientes como con los vendedores.
Amable con alguien que te cae mal.
Amable con el futuro, con las generaciones que todavía no han nacido.
Los estoicos decían que debemos intentar ver a cada persona que conocemos como una oportunidad para la bondad.
Nunca se sabe de qué mal momento podrías rescatar a una persona.
Lo hacemos porque es la disciplina que practicamos. Lo hacemos porque ser amable es lo más valiente en un mundo cínico. Lo hacemos porque es lo correcto, porque la gente se merece amabilidad y por qué la amabilidad nos hace mejores.
Mira cómo vive la otra mitad
La mayoría de los cambios sociales son resultado de un brusco despertar. Alguien ve algo y decide hacer algo.
No podemos arreglar lo que no estamos dispuesto a afrontar. No podemos detener lo que nos negamos a reconocer. ¿Y las personas que lo descubren y sigue dándoles igual? Deberíamos compadecernos también de esa gente: hay algo en ellas que no funciona.
Tienes que ayudar
Eso es la responsabilidad, lo que obliga al hombre a implicarse. A intentar ayudar. A intentar buscar soluciones.
Es la decisión de hacer algo más que quejarse, algo más que echar la culpa. Es la decisión de participar.
Empieza por algo pequeño
Ningún cambio es posible sin el primer paso.
Empezamos por nosotros mismos, por nuestros principios, las cosas que controlamos directamente. Como llevamos nuestra vida, nuestros negocios, cómo desempeñamos nuestro trabajo.
Cada uno de nosotros es capaz de dar un paso. Cada uno de nosotros puede hacer algún bien. Y ese bien suma.
¡¡¡Ganamos cuando empezamos!!!
Crea Alianzas
Tu ayudas a otros. Ellos te ayudan a ti. Juntos son mejores. Así es como funciona. Así es como se hace justicia.
Los estoicos dirían que nos han puesto aquí para que trabajemos con otras personas: que la capacidad de colaborar, de conectar y de pactar es en realidad uno de los rasgos que nos hace humanos.
Destruyamos a nuestros enemigos convirtiéndolos en amigos, consigamos suficientes amigos para que sea imposible que alguien nos destruya.
Podemos crear un mundo mejor uniéndonos.
Uniéndonos, el mundo es mejor.
Practica el pragmatismo
Una forma de conseguir aliados: Es pareciendo alguien con quien se puede hacer negocios.
El pragmatismo sin virtud es peligroso y hueco. La virtud sin pragmatismo es inútil e impotente.
La mayoría de las veces la decisión pragmática es hacer lo correcto ahora.
Cuando tienes la oportunidad, debes aprovecharla.
Da, da, da
La generosidad es una cualidad que admiramos. Es algo en lo que a muchos de nosotros nos gustaría mejorar.
Nadie se ha hecho pobre por dar.
Si has sido bendecido, sé una bendición.
La amabilidad es una forma de generosidad que siempre podemos permitirnos.
Nada te impide ser generoso ahora mismo.
A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará.
De modo que empecemos y convirtámoslo en un hábito.
Lo importante no es cómo ni cuánto, sino que seamos una bendición para los demás, de la forma que podamos, del modo que nos sea posible.
Cultiva un árbol de entrenamiento
Que el honor de tus alumnos te sea tan preciado como el tuyo.
En esta vida se nos valora por nuestros logros como individuos. Nos esforzamos por desarrollar al máximo nuestro potencial y dar el do de pecho. Pero, pasado cierto punto, eso no significa gran cosa. Lo que más importa, lo que importa a largo plazo, es a quién hemos ayudado a tener éxito a lo largo del camino.
No todos tenemos el poder de cambiar el mundo mientras vivamos. Apoyando, animando e influyendo a otros, nuestros esfuerzos pueden perdurar.
Lo que importa es que seamos la vela que enciende otra, que enciende otra, que enciende otra.
Porque, gracias a ello, mundos enteros se iluminan y salen de la oscuridad.
Causa problemas buenos
Ellos estaban motivados, él era disciplinado.
Trabajar con discreción, pero con firmeza en la consecución de sus metas, sin llamar la atención de manera innecesaria.
Sigue intentándolo
Los estoicos dicen que nos forjamos una vida, que creamos cambios, acto tras acto, día tras día. "Nadie puede impedírtelo".
TERCERA PARTE - EL TODO (ES UNO)
Para amar de tal manera al mundo
La educación o la riqueza no lo hacían a uno superior, sino ma forma en que trataba a los más vulnerables. Gandhi.
Cuando nos cansemos de partirnos la crisma unos a otros, descubriremos que, a pesar de las disparidades de nuestras razas y religiones, podemos vivir juntos. Gandhi.
Deja de pedir la tercera satisfacción
pero eso es lo que los antiguos nos habrían advertido, que nada bueno resulta de intentar buscar la gratitud o el reconocimiento por lo que has hecho.
Mejor obrar bien y quedar sin recompensa que obrar mal y escapar sin castigo. Además, la acción ya es una recompensa.
Siéntete fenomenal por hacer algo fenomenal; no necesitas que alguien te diga que lo eres.
Centrémonos en el bien que podemos hacer nosotros.
Olvidémonos del mérito.
Olvidémonos del agradecimiento.
No necesitamos que nadie aprecie lo que hemos hecho, que nadie lo reconozca.
Hacemos el bien por somos buenos, y todo lo demás es un añadido.
Se un ángel
Según Seneca, debemos esforzarnos por tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti. Es decir, con compasión. Con una paciencia inagotable. Con una comprensión infinita. Con amor y generosidad. Bien sabe Dios que lo necesitamos para, como mínimo, intentar darlo.
Perdona
El perdón es el adorno de los valientes.
La misericordia, la clemencia son las mejores túnicas con las que puede vestirse un lider.
Nada mas frustra el mal como el perdón. Nada confunde al odio como no recibir odio a cambio.
Repara el daño
Sin la capacidad de reconocer los errores y responsabilizarse de los actos, no hay justicia.
Del mismo modo que debemos tratar de perdonar a los que nos ofenden, debemos hacer un esfuerzo activo por buscar el perdón por las ofensas que hemos cometido. No podemos hacer como si no se hubiesen producido.
Expande el circulo
Cómo tratamos a las personas que trabajan para nosotros y a los desconocidos dice mucho de nosotros.
El mundo entero es un templo, dijeron los estoicos. La naturaleza es una diosa; cometemos un sacrilegio cuando la maltratamos.
Un hombre es realmente ético, solo cuando obedece a la compulsión de ayudar a toda vida que le sea posible beneficiar y rehúye dañar cualquier cosa viviente.
Tenemos que preocuparnos por todas las formas de vida, aunque nuestra vida se vea asediada por preocupaciones mucho más personales o urgentes.
Al expandir el círculo, hacemos el mundo mejor. Y también nos hacemos mejores a nosotros mismos.
Encuentra el bien en todo el mundo
La humanidad es un océano. Y el océano no se ensucia porque haya unas cuantas gotas sucias.
Las personas son peores de lo que nos gustaría, Pero también son mejores de lo que alcanzamos a comprender. Ahí radica el poder de la gracia.
El amor vence
Lo que no transmite luz crea su propia oscuridad.
El amor siempre vence, desde luego, es una forma de vida mejor.
Crea una cadena de oraciones
Todos tenemos una gran deuda con aquellos que sacrificaron el pasado para que nosotros tuviésemos un presente mejor, para que el futuro fuese mejor.
No hace falta que seamos líderes de un movimiento multitudinario que deje un mundo mejor. Podemos ayudar a una sola persona. Podemos ser generosos, podemos ser leales. Podemos cumplir con nuestra palabra, podemos negarnos a abandonar a alguien. Podemos ser un aliado. Podemos perdonar. Podemos seguir intentándolo, solucionando poco a poco un gran problema.
Epilogo
Si no podemos mirar nuestro pasado ni nuestros errores de frente, seguiremos cometiéndolos.
Es una poderosa llamada a la acción para hacer lo correcto.
La justicia implica una forma de vida, el compromiso personal de hacer lo correcto por difícil que fuera.
El sentido del honor y el carácter de una persona definen sus actos.
Solo con esta virtud fundamental podrás pasar de la bondad a la grandeza.
Tomado del libro: Ser justo en un mundo injusto
Ryan Holiday

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