El ego es el enemigo

 EL EGO ES EL ENEMIGO

El ego es una creencia malsana en nuestra propia importancia.

Es el sentido de superioridad y certeza que excede los límites de la seguridad en uno mismo y del talento.

La seguridad en uno mismo se vuelve arrogancia, la asertividad se vuelve obstinación y la confianza en nuestras capacidades se convierte en descuido.

El ego es el enemigo de lo que deseamos y de lo que tenemos. El enemigo de la posibilidad de llegar a dominar un oficio.

Solo cuando estamos libres del ego y su influencia podemos alcanzar realmente nuestro mayor potencial.

Ningún adorno te conviene más que la modestia, la justicia y el autocontrol.

Porque lo más grande en la brújula más pequeña es una mente sabia en un cuerpo humano.

El talento solo es el punto de partida.

Se podría decir que la capacidad para evaluar las habilidades propias es la más importante de todas.

Los hechos son mejores que los sueños.

En realidad, el silencio es una fortaleza, en particular al comienzo de cualquier viaje.

El silencio. La capacidad de mantenernos fuera de la conversación de forma deliberada y subsistir sin su validación. El silencio es el descanso de la gente que es fuerte y segura de sí misma.

El mayor tesoro de un hombre es la lengua cuidadosa.

Cuanto más difícil la tarea, más incierto el resultado y más costoso puede ser el exceso de discurso. Mas nos alejamos de la responsabilidad.

El éxito requiere el cien por ciento de nuestros esfuerzos y el discurso disipa nuestros esfuerzos antes de que podamos usarlos.

Tener autoridad no es lo mismo que ser autoridad.

Esto es lo que hace el ego. Tacha lo que importa y lo reemplaza por lo que no importa.

Lo que uno decide hacer con su tiempo y lo que decide hacer para ganar dinero es lo que lo forja.

Ser o hacer, la vida es un constante llamado a lista.

Pretender que sabemos es nuestro vicio más peligroso, porque nos impide mejorar. El antídoto para esto es hacer una evaluación juiciosa de nuestras capacidades.

Lo mejor es ser siempre estudiante.

Un verdadero estudiante es como una esponja. Absorbe lo que sucede a su alrededor, lo filtra, retiene lo que le interesa.

Es imposible aprender lo que uno piensa que uno ya sabe.

El arte de saber recibir retroalimentación es una capacidad esencial en la vida, en particular si se trata de críticas duras.

El ego se apresura a llegar al final, piensa que la paciencia es para los perdedores (pues la considera, equivocadamente, una debilidad) y supone que somos suficientemente buenos para demostrarle nuestro talento al mundo.

El maestro aparecerá solo cuando el alumno esté listo.

Pasión, todo tiene que ver con la pasión. Encuentra tu pasión. Vive de forma apasionada. Inspira al mundo con tu pasión.

Hay que recordar que "fanático" es solo una palabra más suave para decir "loco".

La pasión, por lo general, oculta una debilidad. La ansiedad, impetuosidad y frenesí son malos sustitutos de la disciplina, el dominio, la fuerza, el propósito y la perseverancia.

Si la definición de la locura es tratar lo mismo una y otra vez y esperar resultados distintos, entonces la pasión es una forma de retardo mental, pues deliberadamente trata de opacar nuestras funciones cognitivas críticas.

Las personas necesitamos propósito y realismo para ascender. El propósito, se podría decir, es como la pasión, pero con límites. El realismo es tener distancia y perspectiva.

El propósito quita el énfasis del yo. El propósito es buscar algo que está por fuera de nosotros, y eso es lo opuesto a complacer nuestros deseos.

Es mucho mejor si usted se siente intimidado por lo que tiene en frente, que se sienta humilde ante la magnitud de la tarea y, sin embargo, decidido a llevarla a cabo. Deje la pasión para los aficionados y los perturbados. Puede sentir pasión por lo que usted siente que debe hacer y decir, pero no por aquello que le preocupa y que desea que sea.

La grandeza tiene orígenes humildes, viene del trabajo poco calificado. Significa que usted es la persona menos importante del salón, hasta que usted mismo cambia esa situación a punta de resultados.

Hay un viejo dicho: "habla poco, haz mucho".

Ayudarse a usted mismo, mientras ayuda a los demás, hacer un esfuerzo consciente por olvidarse de su gratificación a corto plazo, pensando en una gratificación a largo plazo. Mientras que todos los demás quieren recibir el crédito y ser respetados, usted se puede olvidar del crédito.

Deje que los demás reciban el crédito por el crédito, mientras que usted aplaza su gratificación y se interesa por lo fundamental.

Porque si lo hace una vez, podrá apreciar lo que la mayoría de la gente nove por causa del ego: la persona que despeja el camino es quien, en ultimas, controla la dirección.

En cierto sentido, nuestro propio camio, sean cuales sean nuestras aspiraciones, estará definido por la cantidad de cosas malas que estemos dispuestos a tolerar.

Aquellos que han sometido al ego, entienden que el hecho de que los demás nos traten mal no nos degrada a nosotros, sino a ellos.

El control es una habilidad difícil, pero esencial.

Tendremos a creer que el ego es igual a seguridad en uno mismo y que esa es la razón por la cual debemos mantener el control.

Ese es el ego, amigos. Hacer que nos sintamos geniales, incluso cuando nos hacer ver como payasos.

Vivir de manera clara y en el presente requiere coraje. No hay que vivir en lo abstracto, hay que vivir en lo tangible y real, aunque eso sea incomodo (y especialmente si lo es). Debemos hacer parte de lo que sucede a nuestro alrededor. Gozar con eso, adaptarnos.

No hay nadie ahí pendiente de nuestra interpretación. Solo hay trabajo por hacer y lecciones que aprender de todo lo que nos rodea.

Un hombre orgulloso siempre está mirándolo todo desde una posición superior y claro, mientras uno este mirando hacia abajo, es incapaz de ver lo que está encima.

Inclínate, jovencito. Inclínate a medida que avanzas por este mundo, y así evitaras muchos golpes fuertes.

El orgullo lleva a la gente a la arrogancia y la aleja de la humildad y la conexión con sus congéneres.

El orgullo debilita precisamente el instrumento que necesitamos para tener éxito: La mente.

Si no puedes tragarte tu orgullo, no podrás ser líder.

El principal producto del conocimiento personal es la humildad.

Así es como luchamos contra el ego: aprendiendo a conocernos de verdad.

En ultimas, lo importante no es postergar el orgullo porque usted no se lo merezca todavía. No se trata de no alardear sobre lo que todavía no ha ocurrido. Es algo más directo: sencillamente, no hay que alardear. Eso no sirve para nada.

El mejor plan se queda en buenas intenciones a menos de que degenere en trabajo.

Se trata de que llegar a donde queremos llegar no es un asunto de ser brillantes sino de hacer un esfuerzo continuo.

Nuestro ego quiere que las ideas y el hecho de que aspiremos a hacer algo con ellas sea suficiente.

Fac, si facis (Hazlo si vas a hacerlo).

Porque no hay triunfo sin esfuerzo.

Hay otra vieja expresión: "Se conoce al trabajador por los rastros que deja". Es verdad: Para juzgar adecuadamente su progreso, solo mire el piso.

Sin virtud ni entrenamiento, observo Aristóteles: Es difícil manejar adecuadamente los resultados de la buena suerte.

No podemos seguir aprendiendo si creemos que ya lo sabemos todo.

Todo hombre que conozco es, de alguna manera, mi superior y así puedo aprender de él.

La vida es un persistente ciclo de aprendizaje pragmático, adaptación experimental y revisión constante, impulsados por una voluntad increíblemente disciplina y centrada.

A medida que crece nuestra isla de conocimiento, también aumentan las playas de nuestra ignorancia.

La gente humilde mejora, porque siempre observa y escucha con atención. No supone que sepa cómo hacer las cosas. No supone que sepa cómo hacer las cosas.

Sin importar lo que usted haya hecho hasta este momento, lo mejor es que siga siendo un estudiante. Si ya no está aprendiendo, es porque se está muriendo.

Ficción es cuando uno mira hacer la forma improbable como obtuvo algo y dice: yo lo supe todo el tiempo.

La sobriedad es el contrapeso que debe equilibrar el éxito. En especial si las cosas van cada vez mejor.

Fomentar una actitud sobria y discreta, evitar la codicia y la paranoia, mantener la humildad, atesorar el sentido del propósito, conectarnos con el mundo más amplio que nos rodea.

Si el éxito es un acierto del ego que nos embriaga, el fracaso es un golpe al ego que resulta devastador.

Casi siempre el camino a la victoria pasa por un lugar llamado "fracaso".

La gran falla es verse a uno mismo como más de lo que es y valorarse como menos de lo que vale de verdad.

El futuro se viene encima de cada uno de nosotros con los riesgos de lo desconocido. La única salida es enfrentar el problema.

Hay dos clases de tiempo en nuestra vida: el tiempo muerto, durante el cual la gente adopta una actitud pasiva y se sienta a esperar, y el tiempo vivo, durante el cual la gente está aprendiendo y actuando, y utilizando cada segundo.

En la vida habrá momentos en que hacemos todo bien, tal vez incluso perfectamente, y sin embargo los resultados serán en cierta forma negativos: fracasos, falta de respeto, celos, o incluso enfrentaremos un gran bostezo de parte del mundo.

Depende de lo que nos motive, esta respuesta puede ser aplastante. Si el ego ejerce su influencia, no podemos aceptar menos que el reconocimiento total.

El éxito es la paz mental, la cual es el resultado directo de la satisfacción de saber que uno hizo el esfuerzo para convertirse en la mejor persona en que uno se puede convertir.

El reconocimiento y las recompensas son solo extras. El rechazo es para ellos, no para nosotros.

Esa es la razón por la cual no podemos dejar que sean los elementos externos los que determinen si algo vale la pena o no. Depende de nosotros.

El ego mata lo que queremos. Algunas veces, llega casi a matarnos a nosotros mismos.

Porque usted va a perder cosas en la vida. Eso es un hecho. En algún momento el medico tendrá que registrar una hora de muerte. Así son las cosas.

Aquel que le teme a la muerte nunca hará nada digno de un hombre que este vivo.

Cuando uno saca el ego de la ecuación, la opinión de los demás y los indicadores externos pierden importancia. eso es más difícil, pero, en ultimas, una fórmula más fuerte.

El odio es un cáncer que carcome nuestro centro vital y nuestra existencia. Es como un ácido corrosivo que se come lo mejor y el centro objetivo de nuestra vida.

Cualquiera que sea la posición en la que nos encontremos, podemos estar seguros de una cosa que debemos abolir. El ego. Hacer que cada paso sea más difícil, pero el fracaso es el único permanente.

Cualquier tonto puede aprender de la experiencia. El truco es aprender de las experiencias de los demás.

No obtenemos tanto conocimiento de las cosas a través de las palabras, como palabras a través de la experiencia que tenemos de las cosas.


Tomado del libro: El ego es el enemigo

Ryan Holiday

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